Mujeres privadas de libertad de una cárcel de Azul y hombres de una cárcel de Sierra Chica participaron de dos iniciativas laborales y de servicio a la comunidad con la elaboración y donación de mantas y la restauración de sillas para una escuela, en ese orden.
Las internas de la Unidad 52 Azul confeccionaron 12 mantas y las entregaron a la ONG “Peña de los gauchos de Azul” que se dedica a asistir a la población más vulnerable.
En la Unidad 38 Sierra Chica, los privados de libertad restauraron 100 sillas para la Escuela de Educación Secundaria y Técnica N° 2 “Luciano Fortabat” de Olavarría.
Las dos experiencias se llevaron a cabo en dependencias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en el marco del programa “Más trabajo, menos reincidencia” que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
En la Unidad 52 un grupo de ocho internas que trabajan en el sector de talleres, confeccionaron 12 mantas o acolchados con retazos de telas y recortes de materiales de abrigo donados por la institución católica, “Cáritas” de Azul.
Con la técnica de retazos unidos, cosieron una gran cantidad de cuadrados de géneros para lograr una manta que sirva para abrigar a las personas en situaciones de calle.
Las mujeres privadas de libertad realizan este tipo de actividades en el taller de costura que funciona en la cárcel y que está a cargo de la jefa de talleres, Yanina Selaya y la subjefa, María Acevedo.
La donación se realizó en la Unidad 52 entregando las mantas a las autoridades de la ONG “Peña de los gauchos de Azul” quienes se encargarán de distribuirlas en el sector más carenciado de la población de ese distrito.
Rosita, una de las privadas de libertad que confeccionó las mantas expresó sentirse muy bien con este tipo de actividades “no solo me sirve a mí para aprender una técnica más en este taller de costura, sino porque lo que fabricamos lo puede aprovechar la gente que más lo necesita. Es muy difícil soportar el frío cuando no se tiene ni para un abrigo, por eso me da mucha alegría desde acá poder colaborar, le da sentido a este tiempo aquí adentro”.
Las cien sillas en la Unidad 38 fueron arregladas por internos calificados en el área que desempeñan sus tareas en la sección talleres y supervisados por personal idóneo de dicha sección. Las tareas comprendieron soldadura, pintura y remache de asientos.
“La modalidad implementada para este tipo de gestiones y trabajos interinstitucionales es la misma que llevamos adelante año a año -destacó Germán Casas, Jefe de Talleres de la dependencia- desde acá se brinda la mano de obra capacitada, mientras que en este caso, la escuela técnica, entregó los materiales para realizar las tareas”.
Patricia Domínguez, Directora de la Escuela de Educación Secundaria y Técnica N° 2 “Luciano Fortabat” de Olavarría mencionó que “desde la Cooperadora nos comentaron del trabajo que realizaban en la Unidad 38 y en nuestra escuela son muchas las sillas por reparar, lo cual es una problemática a la hora de dictar clases –agregó que- estamos muy agradecidos con las autoridades y con los internos por el trabajo realizado, sin duda mejora la comodidad de nuestros alumnos”.
Por su parte, el Director del establecimiento carcelario, Guillermo Deandreis se refirió a la importancia de la capacitación de los detenidos destacando la formación que recibieron detenidos que, si bien conocían en parte el oficio estando en libertad, en la Unidad reforzaron sus conocimientos e incrementaron la práctica.
“El trabajo es un área tratamental fundamental ya que además de brindarles herramientas para su reinserción, les permite participar en acciones solidarias de este tipo, lo cual los hace sentirse útiles en causas sociales valorables”, agregó el director de la cárcel.
Fotografías: Prensa Servicio Penitenciario.