El Papa Francisco canonizará en 2024 a la Beata Mama Antula

El Papa Francisco canonizará a inicios de 2024 a la Beata santiagueña María Antonia de Paz y Figueroa (Mama Antula), quien se convertirá en la primera santa argentina. La ceremonia se llevará a cabo en la Plaza San Pedro.

La Congregación de las Causas de los Santos anunció la aprobación de un milagro que se le atribuye a la laica María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como la Beata de los Ejercicios Espirituales. Este anuncio fue hecho por el Vaticano en un comunicado oficial.

Mama Antula había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero, después de que el Papa autorizara la publicación de un milagro relacionado con la sanación de una religiosa perteneciente a las Hijas del Divino Salvador, quien, en 1904, habría recuperado la salud gracias a la intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación.

En aquel momento, se trató de la curación de la hermana Rosa Vanina, una religiosa del instituto de las Hijas del Divino Salvador, que había sufrido una colecistitis aguda con todos los síntomas de shock séptico, una enfermedad que en esa época, sin antibióticos, solía ser mortal.

Sin embargo, la hermana Rosa se recuperó rápidamente, lo que el Vaticano consideró un milagro, dado que no había una explicación médica para su recuperación.

La Beata

María Antonia de San José, conocida como Mama Antula, fue una virgen y laica consagrada, así como la fundadora de la Casa de Ejercicios de Buenos Aires.

Después de la expulsión de los jesuitas de Argentina, recorrió diversas ciudades en las regiones empobrecidas del noreste del país, promoviendo ejercicios espirituales basados en la espiritualidad ignaciana y confiando únicamente en la Providencia.

En un lapso de tan solo ocho años, logró ofrecer ejercicios espirituales a más de 70.000 personas.

El Milagro

El Sr. C. P. (nacido en 1959) experimentó una recuperación milagrosa después de enfrentar un grave cuadro médico que incluía un “ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente y fallo multiorgánico”. Ingresado en estado comatoso en la unidad de cuidados intensivos, se detectó un extenso infarto en el tronco encefálico mediante una tomografía computarizada (TAC). El pronóstico era poco esperanzador, con pocas posibilidades de recuperación debido a lesiones cerebrales irreparables.

Sin embargo, en cuestión de días, su condición mejoró notablemente y, después de varios meses de fisioterapia, logró recuperar su independencia y llevar a cabo actividades cotidianas sin asistencia.

Familiares y amigos del paciente, junto con siete personas no relacionadas, oraron solicitando la intercesión de la Beata María Antonia de San José, también conocida como Madre Antula o Mama Antula.

Este acto de invocación y la sorprendente recuperación se inscriben en la tradición de santidad y signos que caracterizó a la Beata María Antonia de San José. A lo largo de su vida, esta fama de santidad la acompañó y se intensificó tras su fallecimiento, extendiéndose por diversas regiones y provincias de Argentina, España y Francia. Como devota seguidora de la espiritualidad ignaciana, se formó en la tradición de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

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