
Por Facundo Castagnasso* –
Con el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se puso de manifiesto el odio que se viene instalando, por parte de los medios de comunicación masivos, hace décadas en nuestro país.
Este atentado rememora otros hechos del pasado con estas características de odio y responde, también, a los permanentes embates que sufrió Cristina Fernández de Kirchner por parte de la prensa.
Esto no es nuevo para nuestro país, con la irrupción del peronismo y la figura de su líder Perón y la de su esposa, Evita, se vivió una situación de odio que llego a lugares inimaginables.
Los sectores conservadores de nuestro país, con intereses contrarios a los intereses nacionales y del pueblo comenzaron una campaña de desprestigio hacia la figura de Perón y Evita, así como lo hicieron con Cristina en el presente.
Estos sectores económicos cuentan con mucho poder ya que manejan los medios masivos de comunicación y responden, en algunos casos a intereses foráneos.
En aquella época se podían escuchar y leer apodos despectivos hacia los seguidores del peronismo como “cabecitas negras”. La cuestión fue tomando otro tenor, llegando, con la enfermedad de Evita a evidenciarse aún más. En carteles, paredes, se podía leer “Viva el cáncer”. Como si todo esto fuera poco, el 16 de Junio de 1955 bombardearon la Casa Rosada y la plaza de mayo un grupo de militares opositores al gobierno del General Perón con la firme intención de asesinarlo y así perpetrar el golpe de Estado. El costo fueron más de trescientos civiles muertos en la plaza a raíz de este odio instaurado por estos sectores antipopulares.
Con la culminación de su plan y el derrocamiento de Perón, la Revolución Fusiladora a cargo del presidente de facto Aramburu intento hacer desaparecer al peronismo prohibiéndole todo tipo de representación, proscripción y hasta la negación de símbolos y demás cosas alusivas al peronismo.
En 1956 fusilan a Valle y un grupo de personas que intento un levantamiento contra el gobierno de facto.
Lo que pretendo poner en resonancia es el odio generado por un sector mínimo de la sociedad que tiene mucho poder mediático y económico que responde a intereses particulares contrarios a los de las grandes mayorías populares. Van pasando los años, cambiando los métodos pero el fin siempre es el mismo, callar al pueblo, someterlo y la manera que encuentran es atacando y atentando contra los lideres populares que representan a esas mayorías populares y a sus ideales.
*Alumn0 de la materia “Liderazgos Políticos en América Latina” – Facultad de Periodismo – UNLP