Las lluvias finalmente trajeron paz y tranquilidad a Corrientes. Pero al mirar hacia atrás, se aprecian las consecuencias de los incendios que afectaron a casi el 12% del territorio provincial y alrededor del 40% de la superficie del Parque Nacional Iberá, es decir, unas 75 mil hectáreas, según estimaciones de la Fundación Rewilding Argentina.
Esas decenas de miles de hectáreas corresponden a humedales, pastizales y bosques únicos en su tipo por su biodiversidad, el hogar de especies amenazadas de extinción como el venado de las pampas, el aguará guazú y el yetapá de collar. La pérdida de ambientes naturales fuera del Parque es aún mayor y el impacto sobre la biodiversidad es incalculable.
Ramiro Ledesma, a cargo de Servicios Generales, en la Dirección Provincial de Aeronavegación Oficial y Planificación Aeroportuaria (DPAO y PA) conoce muy bien lo acontecido, estuvo en Corrientes, en la localidad de Santo Tomé. Lo hizo junto a otros compañeros como Julio César Magliano, Javier Scarponi, Jairo Chivel y Leonardo Cuomo.
Muchas personas abocadas desde varios puntos del país y del extranjero, ayudaron en la difícil situación que causo miles de muertes de la fauna y la pérdida de la flora. El Gobierno de la provincia de Buenos Aires aportó personal y equipo para paliar las circunstancias.
“En la base de operaciones que llamábamos. la rojas, teníamos una camioneta que cargaba 470 litros de kerosene y nuestro camión con capacidad de 9000 litros. Los helicópteros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires se abastecían con ese combustible luego de las varias idas y venidas con el Bambi Bucket, que es ese gran balde para cargar agua de espejos naturales o con la ayuda de los bomberos en tierra” cuenta Ramiro.
“Llegamos a tener el fuego a 150 metros, por lo que toda la base de operaciones debió trasladarse 400 metros más hacia una zona con menos peligrosidad” explica Ramiro Ledesma que llegó hace tan solo unos días luego que Planificación Aeroportuaria los trajera nuevamente a la ciudad de La Plata en donde se encuentra Aeronáutica de la Provincia de Buenos Aires.
El personal de la DPAO y PA trabajó en el lugar cada día, desde el amanecer hasta el ocaso y del mismo modo lo hicieron todos los que allí estaban, pilotos, bomberos, socorristas, médicos, policías, entre otros profesionales de emergencias, abocados a la terrible situación que estaba sufriendo esa provincia del litoral argentino.
El Ejercito Argentino les cocinó y también había un gran equipo en el Centro de Operaciones, que se encargaba de alimentar a los voluntarios que trabajaban en la zona.
Muchos son los lugares que fueron severamente afectados, con importantes daños de infraestructura, como decenas de kilómetros de alambrados perimetrales que son esenciales para el desarrollo. También se lamenta la perdida de miles de especies en los Parques. Todo como parte de una tragedia, que a pesar de todo y como siempre pasa en nuestro país, tuvo también solidaridad.