Por Julia Martin*
En las calles de Berazategui, como le dicen, “Corazón de zona sur”, existió hasta hace unas horas uno de los pocos mandatarios para quien salir a la calle y recorrerla era de lo más frecuente en su enorme agenda, a su avanzada edad.
Existió un mandatario que no era sino homenajeado y la gente le agradecía, y esto no era sólo un dato de urnas; la foto con el “Doctor”, el abrazo al “Doctor”, no reconocía diferencias de ningún tipo.
No creemos que se haya dimensionado lo suficiente su rol como estadista y sanitarista, como formador de dirigentes que se preocupen por la gente, ni su lugar estratégico en épocas tan adversas. Su paso a la inmortalidad, si es eso posible, lo hará aún más grande a quien sepa reconocerle su lugar en la historia, no solo del peronismo, sino trascendiéndolo como uno de los grandes dirigentes que mantuvieron su humildad y supieron proferir paz y consejos sabios en los tiempos más oscuros.
Juan José, como también era llamado por la gente, no abandonó nunca su esencia de cuidador de las personas. Médico de profesión, su recorrido no se redujo al podio -siempre algo ingrato- de la gestión, como director de hospital, Ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, y los demás cargos que fue ocupando: fue desde el principio hasta el final médico de territorio. No sin armar caminos desde la tierra, levantó a Berazategui a un lugar que el imaginario social todavía no dimensiona, excepto que se dé una vuelta por sus pagos. Y sepa ver que el corazón naranja que está en la entrada ha representado su propio corazón.
Defensor de la salud y educación pública, peleó hasta el último minuto por la excelencia y operatividad del estado, en los valores de la justicia social, y en el diálogo con sectores disidentes. Puso en la agenda pública, adelantado a su tiempo, temas de actualidad que urgían en la promoción de la salud, la cultura, el desarrollo social, la educación, las juventudes, la seguridad, en fin, el bienestar sociocomunitario.
Su “patria chica”- como solía llamarla- y la patria más grande lo encontrarán como un ser humano imprescindible, a quien desde hoy a los berazateguenses y bonaerenses ya les hace falta.
Deseamos profundamente que su legado perdure.
*Dirección General de Salud Mental – Secretaría de Salud Pública e Higiene – Municipalidad de Berazategui.