
En Argentina diariamente pasan cosas que estremecen, podríamos enumerarlas, pero si lo hacemos es seguir abriendo las heridas que sufre gran parte de la sociedad cada día.
Una oficial de la Policía de CABA fue asesinada de dos balazos, uno en el pecho y otro que le rozó el cuello, por un hombre que le quitó su arma reglamentaria, luego de un altercado con personal del subterráneo y efectuó una serie de disparos en la estación Retiro de la línea C, tras lo cual terminó detenido frente al hotel Sheraton, informaron fuentes policiales.
El hecho, en el que también resultó herido un trabajador de subterráneos, ocurrió en la mencionada estación cabecera de la línea C de subte y provocó escenas de pánico por parte de decenas de pasajeros que en ese momentos se hallaban en el andén o dentro de la formación que acababa de llegar, mientras la oficial Maribel Nélida Zalazar (35) era atendida por médicos del SAME. Alcanzó a ser trasladada en helicóptero al Hospital Churruca, pero murió mientras era operada.
Luego del hecho violento ocurrido en el subte, los pasajeros que debían trasladarse en el subte debieron soportar que la Unión Tranviaria Automotor (UTA), tomara la insensata e insensible medida de realizar desde las 17:00 horas un paro en todas las líneas del subte y en el premetro, tras lo ocurrido en la Línea C de subterráneos, donde fue asesinada una oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y un trabajador que resultó herido.
Medidas que son parte de una desidia constante en un país que se mece en una tremenda crisis de valores, apoyada por todas las partes, políticos, gremialistas, sindicalistas, empresarios, periodistas, más una porción común de la sociedad.
Es un conjunto que ayudan a la indolencia generalizada y a la falta de sentido común, para enfrentar los graves problemas que están enquistados desde hace décadas.
Fotografía: Archivo web.