El árbol más solitario del planeta

Por Luna –

En medio de la vasta y ventosa isla Campbell, al sur de Nueva Zelanda, crece un árbol que tiene un récord insólito: es considerado el árbol más solitario del mundo.

Se trata de un Sitka Spruce (una especie de pino), plantado por exploradores en 1907. Lo curioso es que no debería estar ahí, porque no es nativo de la isla y, además, no tiene ningún otro árbol a miles de kilómetros a la redonda. El más cercano está a más de 200 kilómetros de distancia.

Los científicos lo llaman “un accidente botánico” y, a la vez, lo usan como punto de referencia para estudiar cómo el cambio climático afecta la atmósfera del planeta.

Este árbol, solo y resistente, se ha convertido en un símbolo inesperado: nos recuerda que la vida puede abrirse paso incluso en los lugares más inhóspitos, y que la soledad también puede ser un acto de fuerza silenciosa.

Quizás, después de todo, no está tan solo: su historia viaja por el mundo y lo conecta con todos los que alguna vez nos sentimos fuera de lugar, pero seguimos creciendo.

Aunque este árbol es extraordinario por su aislamiento, no es el único caso en el mundo. El Árbol de Ténéré, en el desierto del Sahara en Níger, era famoso por ser el único árbol en un radio de 400.000 kilómetros cuadrados. Fue derribado en 1973, pero hoy una escultura lo recuerda como símbolo de resistencia y soledad en condiciones extremas.

Fotografía: https://pixabay.com – Archivo web.