Balnearios de tranquilidad y belleza

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En los páramos de arena, la brisa estival acaricia los sentidos. Allí, el ser levita con sosiego sobre la tibieza de la playa mientras la marea adormecida deja rastros en la orilla. Existen en la provincia lugares para los amantes del mar y la tranquilidad, balnearios amplios fuera del ruido de la urbe perfectos para un descanso en conexión con el entorno natural. En las siguientes líneas, descubrí algunas playas agrestes que tenés que conocer.

Balneario San Cayetano

Al sur de Necochea, el Balneario San Cayetano se encuentra entre médanos forestados, casas bajas y frondosa vegetación. La vida en la villa se caracteriza por la tranquilidad, la paz y la pérdida de la noción del tiempo. Se destacan sus amplias playas con pequeñas bahías, afloramientos rocosos y su cadena de médanos que ofrece al viajero un paisaje natural de singular belleza.

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Claromecó, Reta y Orense

Amplias y óptimas para la pesca, las playas del partido de Tres Arroyos son paraísos agrestes de médanos que se encadenan entre los verdes del bosque. Aquí el sol se demora en su ida más que en otras costas, la sombra se tarda en llegar y los veraneantes pueden extender su permanencia frente al mar para apreciar el atardecer.

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Balneario Marisol

Es una villa tranquila, pequeña e ideal para alejarse de los problemas cotidianos, tan cerca del río Quequén Salado como del mar; un lugar recomendado para pescar, acampar, practicar deportes náuticos o de aventura, como trekking, mountain bike y 4×4. Un dato importante es que el balneario cuenta con todos los servicios básicos para recibirlo.

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Pehuen-Có

Villa turística ubicada en el partido de Coronel Rosales, muy cerca de Bahía Blanca; cuenta con un balneario rodeado de vegetación. Su nombre proviene del mapuche “pehuén” que significa araucaria y “có” en referencia al mar. El bosque junto al mar es guardián de huellas de mega fauna extinta hace 12.000 años y fósiles alguna vez descubiertos por Darwin.