La población francesa ya no está obligada a portar una mascarilla en el trabajo ni a presentar el pasaporte sanitario en restaurantes, tras el fin de la mayoría de restricciones por el Covid-19, en un contexto de cautela por un “rebrote” de contagios.
“A partir de ahora ya no está obligado a llevar una mascarilla ni a mostrar su pase. ¡Todos lo estábamos esperando!”, tuiteó el ministro de Salud, Olivier Véran, que llamó a la “vigilancia” ante personas vulnerables.
El uso de la mascarilla se mantiene únicamente en transportes públicos y en centros de salud.
En estos últimos casos, también deberá presentarse el pasaporte sanitario, según informó la agencia de noticias AFP.