Patrimonio Histórico: El Torreón del Monje

Arquitecta Carina Ikasovic –

Un hito histórico sobre la costa marplatense, ubicado en un lugar estratégico, conocido tanto por los habitantes de la ciudad como por sus habitantes… es el “Torreón del Monje”.

¿Cuánto tiempo hace que está allí? ¿Quién lo construyo? ¿Fue una casa, un pequeño castillo o una fortaleza quizá? Su aspecto es muy particular, hablemos de él.

Cuando fue construido el Torreón del Moje, allá por 1904, Mar del Plata era un pequeño pueblo con calles de tierra, ¡sin edificios altos! Con casas veraniegas pertenecientes a los más altas clases aristocráticos porteñas.

Uno de estas prestigiosas veraneantes era Ernesto Tornquist, quien brilló por sus talentos para manejar grandes empresas mercantiles a finales del siglo XIX. Nació en una familia de origen sueca en Argentina en 1842.

Estudió en Alemania donde adquirió su formación y gusto estético. Se dedicó principalmente a las operaciones bancarias, sus capitales respaldaron iniciativas empresariales como la construcción de puertos, vías, industrias, explotación en la ciudad de Buenos Aires del Hotel Plaza, entre otras.

Tenía un gran agrado por la arquitecta medieval alemana, tanto su casa de los Ombúes, hoy demolida, donde se encuentra la actual embajada de Alemania, como en su mansión de Sierra de la Ventana de donde fue su principal pionero.

Fundó el banco de Tornquist, el partido y la ciudad que lleva en su nombre. En Mar del Plata hizo construir su mansión ubicada sobre el Boulevar Maritimo, Arenales y Colón, hoy derribado, y el famoso Torreón del Monje.

Todas estas propiedades fueron construidas por el arquitecto Carlos Nordman quien nacido en Prusia llega a la Argentina en 1883 para dirigir la construcción del palacio Legislativo y el Museo de Ciencias Naturales de la Plata.

Entre sus obras se encuentran: el Teatro Coliseo, legendarios edificios de Belgrano, la Quinta de Carlos Delcaste, llamado hoy “La Casa del Angel”, villa Ombúes, la Mansión de Ernesto Tornquist, entre otras, muchas de ellas obras oficiales, como sucursales del banco Nación del país, el hospital Santa Marina de Tandil y varios edificios en Avenida de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires.

Y el Torreón del Monje… ¿Cómo fue su origen?

Y el visionario propulsor y benefactor de la Ciudad Ernesto Tornquist quería darle a la Ciudad de Mar del Plata un edificio que transmitiera “encanto e intriga a sus integrantes”.

¡Y vaya que lo logro!

Así fue que financio la obra de un mirador ubicado en los limites de la ciudad balnearia, sobre las rocas de lo que hoy es el Paseo Galindes. Para ello contrato a su flamante arquitecto Carlos Nordman y le encargo que fuera “un castillo medieval” como la fortalezas o castillos europeos.

El encargado de la construcción fue la empresa constructora del Italiano José Fontana.

El 28 de febrero de 1904 se inaugura el edificio llevando el nombre de Belvedere, este término arquitectónico tomado del italiano significa “bella vista”.

Funcionaba allí una confitería y tenía una pequeña vivienda para sus cuidadores, que luego fue demolida.

En 1929 los arquitectos Eduardo Lanús y Federico Woodgate, lo remodelaron para adaptar el lugar a un Club de Tiro: el Pidgeon Club, que era frecuentado por las tardes, antes de la hora del té por los hombre de la alta sociedad. Allí también se realizaban fiestas de beneficencia para colaborar con el hospital de la Ciudad y con el Colegio Stella Maris.

Actualmente, tras varias modificaciones funciona como confitería con mirador, balneario, sala de exposiciones, terraza mirador y sala de eventos.

¿Si se llamaba Beldevere porque ahora se llama Torreón del Monje?

Cuenta la historia que para dotar al edificio de un mayor misterio, Tornquist le pidió al poeta chileno Alberto de Solar que le redacte una leyenda ocurrida en el Torreón, en aquel momento “Beldevere”. Finalmente la leyenda cambio el nombre del pequeño castillo neo medieval por el del “Torreón del Monje”.

La leyenda cuenta que hacia finales del siglo XVII vivía en el Torreón un soldado, llamado Alvar Rodríguez dedicado a la meditación y a las ciencias de los astros, este protegía el pequeño castillo y además era amigo de los indígenas provenientes de Sierra de los Padres.

Así conoció a Mariña, una hermosa india que se dedicaba a la enseñanza de la música, estos se enamoraron apasionadamente y al enterarse el cacique de la tribu, Rucamára que también pretendía a Mariña, decide asaltar el castillo y raptar a la bella india.

Así lo hace y se atrinchera en el Torreón. Nuestro soldado se escapa en busca de ayuda pero no tiene éxito, recurre entonces a Nalcú, una joven india que había sido desplazada por el cacique y estaba dispuesta a traicionarlo.

Una noche Nalcú, deposita un poderoso narcótico en la comida de Mariña. Rucamara al verla tan mal, ordena una ceremonia de exorcismo.

El soldado aprovecha el rito para irrumpir con su fuerza en el Torreón, pero el casique toma a Mariña y se escapa a caballo. El soldado los persigue y acorrala a Rucamarà, este se arroja al mar llevando consigo a Mariña.

El solado desconsolado regresa al Torreón, se convierte en Monje y vivió encerrado por el resto de su vida llorando a su amada.

“Se dice que en ciertas noche de quietud se escucha desde lo alto de la torre, voces de dolor y llanto entre cortado y las figuras de una hermosa india y un monje se dejan ver con fulgores de estrella.”

Arquitectura y diseño del Torreón del Monje

El Torreón se asienta sobre una Punta de Piedras, una de las terminales del sistema Tandilla, dominando el paisaje. Es el único edificio construido sobre la costa con una enorme plataforma de hormigón que se prolonga sobre el mar.

El acceso principal esta jerarquizado por un porche semicubierto a 45º respecto de los ejes principales, con tres arcos y columnas de piedras. El elemento más destacado en esta composición aditiva de volúmenes es la torre de planta octogonal con chapitel curvilinio de tejas normandas.

Dos torres menores se levantan como contrapunto. El fuego de volúmenes se completa con cuerpos más bajos con cubiertos de barandas pendientes que se suman al volumen original. Varios elemento se combinan en la composición: arcos, columnas, pilastras, contrafuertes y remates alineados ¡todo un castillo!

La piedra es del lugar, donde se asienta, en las ampliaciones se usaron diversos materiales como piedra, revoque rústico y ladrillo visto.

¿Y el puente?

El puente original fue demolido en 1940, después de correr la barranca y evitar que la estructura quedara suelta al agregarse otra calle al paseo costero.

En el 2001 comenzó a construirse un nuevo puente, con un diseño parecido al original pero con agregados modernos.
Actualmente el aspecto del puente está sin terminar, faltando los tratamientos de hormigón y los ornamentos. También se recuperó la plataforma que mira al mar de 2500 metros, se agregaran vigas y se restauró la superficie.

¿Vivió alguien alguna vez en este misterioso lugar?

Por supuesto sí, pero debieron marcharse en 1953 cuando el edificio pasó a manos de la Marina.

Aquí te cuento la historia:

En el Torreón vivía una familia que cuidaba el lugar, uno de sus integrantes es Dora hija del español Antonio Francesco José Plana Peiré que luego a la Argentina en 1901. En Santa Fe se casó con la entrerriana María Mercedes Babacala y se trasladaron en 1924 a Mar del Plata en busca de nuevos horizontes.

Antonio, primero trabaja como ascensorista en el Bristol Hotel, luego le ofrecieron cuidar el Paseo General Plaza y el Torreó del Monje.

Así fue que don Antonio y María Mercedes con sus seis hijos fueron a vivir frente al castillo sin luz ni gas.

Vivían en una habitación gigante a la que llamaron “La Covacha” y dividido en cuartos de varones y mujeres. Para higienizarse ya que tenían cocina pero no baño debían cruzar al castillo en plena noche oscura y ruidosa por el golpe de las olas sobre las rocas.

El Torreón en aquel entonces era una confitería pero cuando la concesionaria enfermó y se marchó le ofrecieron a don Antonio cuidar del Torreón y vivir allí.

En 1927 el municipio decidió ampliar el edificio de la mamá del arquitecto Arturo Lemmi. Así fue que llegó a la ciudad, la compañía alemana “Wayss y Freitag” para construir la explanada, que es la actual terraza al mar y donde funcionó al Pidgeon Club que organizaba tiros a la paloma.

Tardaron dos años en construir la explanada bajo lluvia y temporales de viento con el mar embravecido.

La hija menor de Antonio y María Mercedes, María Pura se casó con un carpintero de la compañía Antonio Shweighart, quien en 1928 abandonó la compañía para quedarse en Mar del Plata.

El flamante matrimonio se quedó a vivir en el Torreón donde nacieron sus hijos. El carpintero alemán se convirtió en “Palomero oficial” del Pidgeon Club que luego se convirtió en “Tiro al disco” por exigencia de la Sociedad Protectora de Animales.

En 1953 la propiedad pasó a manos de la Marina, y el flamante matrimonio debió buscar otro hogar y trabajo dejando su relación física con el Torreón pero no la afectiva.

El Torreón del Monje es uno de los más importantes símbolos edilicios que representan a la Ciudad de Mar del Plata.
Forma parte de nuestra identidad, que construimos entre todos, identidad que no se pierde nunca, identidad que dejan huellas fuertes y más aún que cualquier leyenda.

El Torreón del Monje fue declarado de Interés Patrimonio en 1995.