María Soledad Gutierrez Eguía: “Entre hilos”

Por María Soledad Gutierrez Eguía* –

Desde el ojo de la aguja, la casa blanca.

Donde oculta, la extensión del vértigo.

Entre un peldaño y otro, el precipicio.

El viento fuera con su larga camisa; para volver a nacer se necesitan cabellos de fuego; rubores de nieve; pájaros naciendo del silencio. He visto danzar a los alados, recogerse en remolinos, puñados, terrones; golpeándose en aplausos. “No me arrancaron del estupor, sino años después”.

Alguien juega a escarbar con mi cuerpo las tinieblas. Alguien pacta con mis plumas sumergidas. Rehén del miedo, me abismo hacia la trampa. En el fondo de las aguas, me tapian la salida.

Más allá de cualquier posible distancia, me repliego entre hilos al naufragio.

No cedo y las manos queman demasiado. Así la noche; así las sombras embriagadoras.

Por el ojo de la aguja, mudanzas anegadas.

¿Dónde la risa, dónde el canto?

Donde el cuerpo amortajado.

No es la misma, ninguna hora. No es nunca jamás, la misma noche; en voz alta me pronuncia la noche. “En el nombre del padre, del hijo…”; alguien sabe de mí, alguien nombra a quien seré.

Y el sauce rompe en llanto por mí; “…ten piedad de mí”.

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*Escritora y Diseñadora en comunicación visual.

Fotografía: https://pixabay.com/