Arquitectura Marplatense del siglo XX: La 5º Rambla, La Bustillo

El edificio más emblemático de la Ciudad.

Arquitecta Carina Ikasovic –

El majestuoso, imponente y criticado edificio, que el arquitecto Bustillo ideó en la década del 30 sobre la costa marplatense y a pedido del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Fresco para reemplazar a la bella y aristocrática, Rambla Bristol y ya deteriorada por la erosión marítima al estar emplazada muy cerca del mar.

El gobernador Manuel Fresco seguía las corrientes que comenzaban a surgir en Europa y por tal motivo se interesó por las políticas populares de masas. Mar del Plata dejaba de ser el balneario Aristocrático y exclusivo de la clase alta porteña para las clases medias y el turismo sindical.

Para llevar a cabo esta ideología, realizo dos obras fundamentales: una fue la pavimentación de la Ruta 2, conectando Buenos Aires con Mar del Plata, y la otra un ambicioso proyecto urbano que reemplazaría a la Rambla Bristol y al Paseo General Paz, construyéndose en su lugar el Casino central: “La Rambla y el Hotel Provincial”.

Para ese contrató al arquitecto Alejandro Bustillo, casualmente hermano del ministro de obras públicas José María Bustillo. El gran arquitecto cuente entre sus obras el Hotel Liao Liao de Bariloche, del Banco Nación de Buenos Aires, y el museo de Bellas Artes.

La nueva Rambla incluiría una Casino y un hotel de categoría y debería tener un aspecto “monumental”.

La construcción avanzó a gran velocidad en 1937, mientras al mismo tiempo se demolía la Rambla Bristol a pico y palo.

El Casino se inauguró en 1939 y la Rambla coronado por dos lobos marinos, obra del artista, José Fioravanti, fue inaugurado en 1950.

Los dos edificios: el Casino y el Hotel provincial, se unirían a través de una plaza seca donde en 1977 se colocó la estatua a Guillermo Brawh, lugar donde Bustillo había diseñado un monumental obelisco: “El obelisco Mayor Solar”, el nodo generador de todo el espacio, ideado por Bustillo, así como los egipcios utilizaron obeliscos para señalar los accesos a sus templos solares.

Acá donde Bustillo entra en una etapa racionalista, concibiendo al complejo “Casino- Gran Hotel Provincial” como un espacio cósmico urbano que debe armonizar con una mística astronómica.

Por otro lado la Plaza Colón, diseñado por Carlos Tahys, ocupando el lugar de Paseo General Paz, los monumentos de Patricio Peralta Ramos, Cristóbal Colon e Isabel la católica se alinearon hacia el mar, encontrándose con el monumento el Almirante Brown en medio de los dos edificios, allí en el punto donde debería estar el Obelisco Mayor Solar, del que solo nos quedó el basamento, mientras en su lugar el Almirante no mira hacia al mar sino hacia la avenida por razones políticas.

Bustillo era gran conocida de la historia de la Arquitectura, sabía que delante de los pilares de Templo de Amon en Luxor, había un par de Obeliscos y en sus basamentos representados animales sacros: los babuinos.

El paisajista, arquitecto, e ingeniero Tahys ideó para el paseo General Paz dos leones custodiados que cuando el paseo fue reemplazado por la Rambla Bustillo fueron trasladados a la Plaza San Martín flanqueando el calendario frente a la catedral.

Los animales sacros de Bustillo son los lobos marinos de Floravanti (otro masón al igual que Tahys y Bustillo) que en realidad son “leones marinos•.

¿Cómo es el edificio de Gran Hotel Provincial?

El Hotel Provincial es el más grande de Hotel de Sudamérica.

El Gran Hotel Provincial es un ícono en la Ciudad por sus servicios originales, su famosísima fachada y sus misteriosos interiores.
Albergó a celebridades de todo el mundo. Desde la realeza española hasta el presidente norteamericano Dwight Eisenhower se hospedaron en sus suites de pisos de madera y hasta se dice que algún espectro de impecable esmoquin suele deambular por sus curvos pasillos durante la madrugada de invierno.

Cuando el Hotel se inauguró, allá por 1950, era único en su estilo tanto en su valor arquitecto como en la calidad de sus servicios.
Está inspirado en la parisina Place Vendôme y en el estilo Luis XIII con toques modernos por lo que se lo puede catalogar de “Posmoderno”.

La fachada está recubierta de piedra Mar del Plata y ladrillos a la vista rematando en la parte superior con una mansarda de pizarra negra.

En planta baja y del lado que da al mar contiene una recova para uso peatonal, sus 77.500 m2 se dividen en plantas.

El hotel, al momento de inaugurarse ofrecía servicios únicos que poco Hoteles del mundo se daban el lujo de ofrecer.

Los marplatenses contaban con agua de mar en las canillas de las 500 habitaciones. Luego este servicio debió ser anulado debido a que las cañerías de plomo no eran aptas para transportar agua de mar y el consumo humano.

Sus suites están completamente cubiertos con pisos de caldén pampeano. Sus muebles fueron diseñados por el ebanista francés Jean Michel Frank.

El Hotel estuvo cerrado entre 1998 y 2008, años en los que sufrió un gran deterioro.

Fue saqueado y refugio de murciélagos. Se perdieron objetos de valor incalculables.

Transitarlo era un viaje lúgubre digno de una película de terror.

Las canillas, inundaban los pisos de madera, techos abiertos paredes rotas, roedores caminando en los rincones y suciedad. Desde su recuperación en el año 2008 ha vuelto a ser majestuoso y palaciego. Dándonos la bienvenida con su hall de tripe altura, escaleras art decó de mármoles brillantes y la pintura criticada y gigante de Cesar Bustillo el hijo pinto del arquitecto en la que se pintó a si mismo desnudo con otros seres mitológicos causando revuelo en vario ámbitos públicos y privados, sociales y políticos.

El autor debió cubrir con taparrabos los cuerpos desnudos, luego de la Revolución Libertadora que derroco a Perón, los lienzos fueron quitados “cuestiones de tiempo de ignorancia, represalia y perjuicio.

La forma circulares de gran parte del edificio le da identidad única. Repitiéndose a lo largo y alto de los 7 pisos desde el Hotel Central hasta los pasillos que dan a las habitaciones.

Grandes celebridades se hospedaron en él. Desde la banda liderada por Freddie Mercuri, hasta el tenista Guillermo Vilas, al cual le montaron una cancha de césped sintético en el “Salón de las Américas de 19400 metros2 y utilizado para eventos.

Los más conocidos clubes de fútbol fueron sus huéspedes en los torneos de verano. Figuras del cine como Paul Neumann y Sofía Loren se hospedaron en él.

Cuando los reyes de España, Sofía y Juan Carlos fueron sus huéspedes, la Suite Presidencial se denominó “Suite Real”.

Majestuoso, imponente, elegante, misterioso, así es el Gran Hotel Provincial que junto con su gemelo: el Casino Central, la Rambla y sus leones marinos son todo una referencia de nuestra propia identidad ciudadana.