Hablan los responsables de los comedores y merenderos: “entre la gente hay mucho cansancio”

Por Claudio R. Gómez.

Votar es un deber cívico, pero comer es una necesidad indispensable, impostergable. Bien conocen esta verdad de Perogrullo las encargadas y encargados de los comedores y merenderos que abundan en la Plata, sobre todo en las zonas más alejadas del centro de la ciudad. Por eso, en las últimas elecciones provinciales, aunque algunos manifestaron sus “pocas ganas de ir a votar”, decididamente lo hicieron en cumplimiento de su responsabilidad, pero también porque “las cosas están muy mal” y hay “mucho cansancio”.

Las citas -textuales-fueron rescatadas de las manifestaciones que, con nombre y apellido y sin temor a reproches ideológicos, hicieron las personas que diariamente, por propia voluntad, alimentan a chicas y chicos, y también a adultos, en los centros de asistencia alimentaria que funcionan a lo largo y a lo ancho de la capital bonaerense.

A través de una encuesta que realizó la organización La Plata Solidaria, las y los entrevistados dieron cuenta de las principales motivaciones con las que fueron a sufragar el último domingo y, asimismo, del estado de situación que viven los más necesitados en el territorio platense.

La Plata Solidaria recogió los testimonios y los envió como insumo informativo a los periodistas de la ciudad que así lo aceptaran. En esa línea, días antes, la organización había solicitado a la ciudadanía que consultara a los candidatos a concejales y diputados sobre la situación de los menores en la ciudad.

Aquella compulsa fue sugerida a raíz de los datos preocupantes que La Plata Solidaria había recogido sobre la ciudad. Ese relevamiento arrojó que “50 mil niños viven en asentamientos.  El 95 % de sus hogares no tiene cloaca ni agua corriente.  El 50 % vive a más de 1.5 o 2 km de la Escuela Pública y Unidad Sanitaria más cercana”.

Se trata, sin dudas, de una situación acuciante para la infancia olvidada y, acaso, indiferente para las propuestas casi siempre urbanas de los postulantes y funcionarios locales.

En los resultados de las consultas que entregó La Plata Solidaria salen a la luz cuestiones enfáticamente referidas al “cansancio”, porque “ya no sabemos qué más hacer” con la alimentación de las pibas y los pibes.

También aparecen quejas por la desatención y los ataques “a los discapacitados y los jubilados”, ya que -aducen- “la plata no alcanza”. Una voz unísona refiere a que “estamos pasando una situación difícil, muy difícil” y demanda que “el gobierno (nacional) no debería atacar a los que menos tienen”.

“Se nos dificulta conseguir mercadería. Hay alimentos secos, pero no de los frescos. Hay problemas para conseguir la tarjeta Alimentar y así acceder a los alimentos frescos”, explicita una de las consultadas.

Menos enfática, pero como una preocupación, la evaluación registra “pocas ganas de votar “en la gente.

Por fuera de los resultados de los comicios, que parecen ser cada vez más circunstanciales, más atados a los rechazos que a las confianzas, es imprescindible que el Estado reconozca esta dura marca de época, no solo para alentar el futuro, sino porque el presente ya es un escenario de carencias con destino incierto.

Fotografía: En Provincia.