Tulipanes esperan a los turistas en octubre

La localidad chubutense de Trevelin (en galés, “pueblo del molino”) se prepara para la llegada de los turistas en el mes de octubre, cuando comience una nueva temporada en el Campo de Tulipanes, ubicado junto a la Ruta 259, al pie de la Cordillera de los Andes, donde habrá un “nuevo dragón”, una estructura de más de 4,5 metros de envergadura que desde lo más alto de la Plaza Coronel Fontana lanzará fuego dos veces al día.

El nuevo atractivo se encuentra en el corazón del pueblo, donde las calles se estructuran alrededor del octógono que conforma la plaza, con un único edificio: la Secretaría de Turismo, lugar donde en 2017 el escultor local, Tomás Schinelli Casares, instaló un dragón que recibía a los visitantes que llegaban a la plaza o a la oficina de informes.

Ese pequeño dragón, una representación del que forma parte de la bandera de Gales, hoy dejó paso a otro de 4,5 metros de largo y 3,5 metros de ancho que impone respeto y admiración desde lo alto del edificio de la Secretaría, y mucho más cuando de su boca nace una llamarada de 2 metros de largo.A diferencia de muchos que se ven en series o películas, se trata de un clásico dragón europeo de cuatro patas, como el de la bandera galesa en la que se inspira.

Como cada primavera, el pueblo del Molino (o también del Dragón, a partir de ahora), los colores increíbles del Campo de Tulipanes llaman la atención de miles de viajeros que llegan en busca de postales al pie de la Cordillera de los Andes.

Desde hace más de 25 años los Ledesma cultivan tulipanes en un campo que está en esta familia descendiente de galeses desde hace un siglo, y que optaron por una producción completamente original en la región y en el país.

Los más de 2,3 millones de bulbos de tulipanes que florecen crean una postal icónica con el Gorsedd Y Cwmwl, el cerro más emblemático de la zona como telón de fondo.Si bien la producción lleva décadas, las visitas turísticas se realizan desde hace apenas seis temporadas, y en cada una de ellas los servicios han ido mejorando para que los visitantes vivan una experiencia memorable.

Para esta temporada se mantendrá el circuito autoguiado que nació como parte de las adaptaciones al turismo en pandemia, a partir de una serie de carteles que además de ofrecer información, van funcionando como estaciones que ordenan el recorrido. Como el cultivo requiere de una rotación intensa de la tierra, cada año el Campo de tulipanes se ubica en un cuadro diferente dentro de la misma chacra.

Durante la plantación es necesario separar las distintas variedades para poder formar las hileras perfectas, si no se hiciera así, la cosecha clasificada de los más de 2,3 millones de bulbos sería un trabajo inhumano.