
En el plano internacional, los más de 40 países, incluyendo a Argentina, que impulsan en la Organización Mundial de la Salud (OMS) un mecanismo de licencias voluntarias para compartir conocimientos y tecnología contra el coronavirus, relanzaron la iniciativa al afirmar que “garantizar el acceso a las vacunas es esencial para terminar con la pandemia”.
Este sábado se cumple un año del nacimiento del Acceso Mancomunado a la Tecnología (conocido como C-TAP), un instrumento pensado principalmente para que los laboratorios compartan voluntariamente la propiedad intelectual y otros datos de los fármacos para diagnosticar y tratar la Covid-19.
El instrumento tuvo un gran impulso por parte de Costa Rica, es copatrocinado por más de 40 países, entre ellos Argentina, y si bien más naciones se sumaron en este lapso como el caso de España, todavía es rechazado por los grandes laboratorios que producen las vacunas que se administran masivamente a nivel mundial.
“Estamos dejando la puerta abierta para que las empresas farmacéuticas que son muy conocidas puedan entrar ya que muy pocos hogares se beneficiaron de las herramientas que elaboraron”, apuntó hoy el director general de la OMS, Tedros Adhanom.