El Sargento Juan Bautista Cabral que ayudó a toda América

Hijo de una esclava negra, Carmen Robledo y de un esclavo angoleño, que había cristianizado su nombre como Francisco Cabral, apellido de su patrón. 

El Sargento Cabral tenía 23 años aquella calurosa mañana del miércoles 3 de febrero de 1813.

Era uno de los elegidos por el Coronel San Martín que para el Combate de San Lorenzo había seleccionado a sus mejores hombres.

Cabral era analfabeto, como casi todos en aquel tiempo, seguramente su idioma materno era el guaraní.

La historia cuenta que murió interponiendo su persona entre una bayoneta realista y el cuerpo de su Jefe, caído debajo del cadáver de su caballo. A la vez que trataba de sacar al Coronel de debajo del animal.

Cabral agonizó cerca de tres horas, para morir a media mañana, sobre una de las mesas del refectorio de los curas del próximo Convento de San Carlos Borromeo.

Sin él y su sacrificio, nada hubiera sido igual. El futuro Libertador seguramente hubiera muerto, sin pena ni gloria, en aquel combate y el Cruce de los Andes jamás habría ocurrido, y la historia del país, de la América y del mundo hubiese sido muy distinta.

Cabral ayudó a que la Nación Argentina naciera. Juan Bautista Cabral se llamaba aquel soldado raso que la tradición popular convirtió en Sargento, porque nunca fue ascendido post mortem oficialmente, ya que no era costumbre de la época.

Aquel día lejano de febrero de 1813 fue muy caluroso, lo que hizo que los cuerpos de los caídos, realistas y Granaderos, fuesen sepultados con premura.

Su cuerpo fue sepultado en una tumba grupal, sin identificación, anonimizándose para siempre.

Pasaron 212 años del Combate de San Lorenzo. Honor y Gloria a su sagrada memoria. 

El Sargento Cabral en su figura y el recuerdo por haber salvado con su propia vida, la Libertad e Independencia Americana.

Imágenes. Archivo web.