Economía Popular: Entrevista a Claudia Gallardo

Por Natalia Soledad Herrera* – 

Claudia se encuentra a cargo de la Secretaría de Economía Popular de la municipalidad de La Plata y en este encuentro nos comparte un poco sobre su trayectoria hasta la actualidad en la que se encuentra a cargo de la gestión en un cargo público y además nos relata de qué manera interviene en las realidades de quienes viven en los barrios de nuestra ciudad la Secretaría de cual se encuentra al frente. Nos adentra un poco en las estrategias para brindar herramientas y acompañamiento a las diferentes formas que conforman a la economía popular en nuestra región.

N.H: – Claudia, para los que no conocen tu trayectoria, nos gustaría que nos cuentes sobre vos, tu recorrido como militante y como trabajadora.

C.G: -Mi trayectoria comenzó desde muy joven, con la vuelta de la democracia. Fui delegada en mi curso y participé en el primer centro de estudiantes en mi provincia, Santa Cruz. Luego, estudié ingeniería en La Plata, donde también fui delegada y representé a la carrera. Desde 2009, trabajé en la organización, inicialmente en logística y apoyo educativo. En la actualidad, nos enfocamos en la economía popular, reconociendo que todos somos trabajadores, independientemente de nuestro tipo de empleo. Por ejemplo, en 2010, a los 37 años, fue la primera vez que conseguí un trabajo registrado.

Este entendimiento nos llevó a un cambio significativo, pasando de un enfoque social a uno productivo. Muchas personas ahora obtienen gran parte de sus ingresos de su producción. Es importante reconocer que las horas trabajadas son trabajo y que el costo de un producto incluye no solo los materiales, sino también el tiempo invertido. Conté una experiencia reciente con una compañera del INAI sobre cómo las comunidades a veces no valoran adecuadamente su trabajo; por ejemplo, no consideran el esfuerzo tras la fabricación de muebles.

Las comunidades que se organizan solo desde lo social a menudo pasan por alto el valor de las horas de trabajo, como las de quienes preparan alimentos en los comedores. Es esencial reconocer estas tareas como trabajo real, no solo desde un enfoque social. Las tareas de cuidado, que históricamente se ven como sociales, también son trabajo que merece reconocimiento. Por ejemplo, cinco horas dedicadas a las tareas de cuidado son cinco horas de trabajo. Pregunto por qué no se reconoce económicamente a estos trabajadores, que se han preparado para su labor. En esta secretaría, estamos trabajando en este aspecto.

N.H: -¿Contanos un poco qué es la economía popular y sobre qué líneas  se trabaja en esta nueva secretaría?

C.G: -Lo que primero tenemos que entender es de qué trata está economía y a quienes incluye, y en esto, remarco que se trata de todo aquel trabajo que es autogestionado y autogenerado. Esta secretaría se enfoca en la economía popular que es transversal a otras secretarías porque abarca el trabajo en forma individual, familiar, cooperativizados y pymes, federaciones y confederaciones. Todas estas formas se unen en todas las tramas, porque además sumale las cooperativas agrarias, agricultura familiar, albañilería, educación, todos los servicios desde peluquería, masajista hasta el turismo comunitario. Entonces es una secretaría que se vincula a otras áreas y secretarías de este municipio porque hay una parte de organización y desarrollo de la economía popular local que atraviesa a todas las demás economías… Hablamos de residuos y hablamos de economía popular porque la persona, trabajador que levanta cartón, vidrio, lata, es un trabajador de la economía popular porque invirtió determinada cantidad de horas en juntar ese material para luego ir y comercializarlo. 

Porque hasta el trabajador cartonero, el que junta los cartones en la calle se vincula a la economía popular.

Te cuento además que empezamos a trabajar desde la secretaría el fortalecimiento al trabajo cooperativo, para recuperar barrios de las inundaciones que hemos tenido mediante el programa de saneamiento integral. Desde que comenzamos este programa hasta ahora esos barrios que estamos saneando no se volvieron a inundar, y además la mayoría de los trabajadores son mujeres. Además, empezamos con cursos de manipulación de alimentos, habilitación sanitaria y registros que permiten a los emprendedores pasar de la informalidad a una situación formal pasando a ser monotributistas.

N.H: – ¿Cuáles son tus mayores preocupaciones y acciones de esta secretaria? 

C.G: -Algo que hay que tener en cuenta es que, más allá de lo que se trabaja desde la secretaría, no solo puede quedar a cargo del ejecutivo. Se debe considerar que somos transitorios, ya que mi función dura cuatro años y luego veré adónde sigo trabajando. Debo dejar bases, porque soy una trabajadora de la economía popular y actualmente tengo un sueldo en relación de dependencia, pero mañana podría volver a ser parte de la economía popular. Así que debo asegurar que estemos un escalón más arriba, y me interesan mucho las tareas de cuidado, que son diversas y también incluyen a personas como masajistas y peluqueros. Aunque hablo mucho del femenino, también incluyo a lo masculino, pero insisto en lo femenino porque siento que hay que apoyar a las compañeras.

Regresando al tema, hay un aspecto que debe ser legislativo. Cuando luchamos en 2016 por la ley de emergencia social, se logró que la obra pública sea un 30% para las cooperativas que trabajan en la economía popular. Las cooperativas son efectoras porque más del 60% de sus miembros tienen aportes jubilatorios y obra social. Esta lucha no es de un día, pero si no dejamos legislaciones junto al trabajo, al cambiar la gestión se borrará todo el trabajo logrado. Hay tres pilares que deben ir en el mismo sentido: la lucha de los trabajadores, un ejecutivo que escuche y responda a las necesidades de los trabajadores y una parte legislativa que asegure que esto se mantenga.

Reconozco y agradezco mucho que Julio haya dado la categoría de Secretaría a la Economía Popular, lo que es un reconocimiento a más del 40% de la masa trabajadora de La Plata. En este contexto de despidos, cada vez más personas se suman a la economía popular. Debemos pensar en políticas para el sector que se mantengan en el tiempo, dejando escalones. Por ejemplo, alguien que hace pan y asista a un curso de manipulación de alimentos, puede registrar su unidad productiva aprovechando las políticas ya existentes.

Por último, Claudia menciona que en su Secretaría organizan convocatorias para cursos y capacitaciones a través de redes de WhatsApp y su Instagram, ya que aún no cuentan con redes propias de la secretaria.

*Técnica Superior en Comunicación Popular – Facultad de Periodismo y Comunicación Social. UNLP. – Colaboración para En Provincia.

Fotografías: En provincia.