
Brasil, segundo país en cantidad de muertes por coronavirus, vivirá este viernes y sábado, después de 2 años de pandemia, de los desfiles de carnaval en el sambódromo de Río de Janeiro, una celebración fuera de época que marca el retorno a la normalidad.
Los desfiles de las escuelas de samba, llamados “el mayor espectáculo de la Tierra“, también se retomarán en San Pablo, la mayor ciudad del país, aunque a diferencia de los carnavales tradicionales, esta vez no habrá programación de comparsas callejeras que lleven a millones a las calles.
“El Carnaval resistió, el samba resistió y la cultura popular resistió”, dijo el intendente Eduardo Paes, luego de haber entrado el miércoles las llaves de la ciudad maravillosa al Rey Momo, el monarca de la celebración pagana que estará enfocada en los colosales desfiles de las escuelas de samba el viernes y el sábado por la noche en el sambódromo Marqués de Sapucaí, centro de Río.
“En Río de Janeiro siempre tenemos algo para celebrar y por más que sea casi 50 días después de la fecha de carnaval la ciudad será una fiesta una vez más”, dijo a Télam Rogerio Gomes, un taxista que forma parte de la percusión de la escuela de samba Beija Flor, del barrio de Nilópolis, una de las más tradicionales agrupaciones barriales.