Cooperba cumple

Cumplir años no es solo contar tiempo. Es renovar un pacto. Y Cooperba, en su aniversario, no celebra una cifra: celebra una forma de estar. Una ética del cuidado que se sostiene desde hace más de seis décadas en La Plata, acompañando sin alarde, cumpliendo sin demora. Llega a miles de personas.

Cooperba cumple no es un eslogan: es una escena. Una frase que condensa historia, presente y promesa. Porque esta cooperativa no nació para administrar servicios, sino para sostener vínculos. Y lo sigue haciendo: con atención médica, asesoramiento legal, apoyo económico, meriendas compartidas, fútbol infantil, descuentos que alivian la vida cotidiana. Con clases de idioma. Pero sobre todo, con presencia.

En tiempos donde lo común se fragmenta, Cooperba cumple. Cumple con quienes necesitan, con quienes sueñan, con quienes construyen comunidad. Cumple con quienes no tienen voz, con quienes sostienen desde el margen, con quienes creen que otra forma de vivir es posible.

Este aniversario no es una fecha: es una consagración. Una oportunidad para mirar atrás con gratitud y hacia adelante con compromiso. Para reconocer que hay instituciones que no envejecen, porque su tarea es siempre actual: cuidar, acompañar, estar.

Cooperba cumple. Y al hacerlo, nos recuerda que cumplir es un verbo que se conjuga en comunidad.

Y cumple. No como quien obedece, sino como quien honra. Honra el vínculo, la tarea, el gesto compartido. Cumple como quien ritualiza lo invisible, como quien transforma lo cotidiano en escena consagratoria.

Cooperba muestra un vídeo que invita a pensar en los oficios silenciosos, en las manos que sostienen sin reclamar aplauso. Nos recuerda que hay una belleza profunda en cumplir sin espectáculo, en cooperar sin firma, en estar sin ser nombrado.

Quizás sea hora de fundar una república de lo invisible. Una donde el verbo cooperar se conjugue en presente continuo, y el acto de cumplir se celebre como gesto poético. Porque en tiempos de ruido, quien coopera y cumple sin alarde está haciendo revolución.

Cooperba, con más de 65 años de historia en La Plata, no es solo una cooperativa: es una forma de estar presente. Una ética del acompañamiento que se ritualiza en cada gesto, cada beneficio, cada compartir.

En un tiempo donde lo público se fragmenta y lo privado se encierra, Cooperba sostiene lo común. Acompaña al fútbol infantil como herramienta de inclusión, garantiza meriendas semanales para más de cien chicos y chicas, y ofrece descuentos que alivian la vida cotidiana. Pero más allá de los servicios, lo que ofrece es pertenencia.

Ser parte de Cooperba es entrar en una red de cuidado. Es saber que hay una institución que no solo responde, sino que anticipa. Que no solo administra, sino que acompaña. Que no solo existe, sino que cumple.

Imagen: https://pixabay.com