Turismo sin turistas es un problema común que afecta a miles de personas

Nadie puede armar un proyecto de viaje, tampoco comprar un pasaje, tener una fecha cierta para un destino. Todo está supeditado al coronavirus y las realidades en cada sitio tienen sus propios problemas. Casi como si se tratase de fases, 1, 2, 3, 4 y 5.

El pos turismo de coronavirus está en una fecha que nadie conoce, pero sí se sabe que las medidas serán extremas para cada caso, no habrá un turismo de proximidad y para ello, el trabajo conjunto entre todas las partes que mueven la industria sin humo es vital.

Habrá un nuevo turista que tendrá nuevas exigencias, por lo que la economía turística deberá adaptarse a condiciones marcadas por normas sanitarias que emanan de una pandemia. Habrá que adecuarse para que la oferta sea segura y que la idea pueda ser captada por los que desean vacacionar.

Lo positivo es que quizás se pueda mejorar lo que se tiene y lo negativo es que aún eso no ha comenzado, ni se sabe cuándo sería. Porque primero habrá que vencer al miedo, recuperar la confianza, trabajar con los viajeros para que sientan que andar por el país será algo seguro.

Los principales destinos argentinos, quieren ir definiendo estrategias para poder posicionarse y mirar con optimismo hacia adelante. Nadie cree que el año 2020 está perdido. Por eso las estancias, que han encontrado una posición fuerte en el turismo argentino están esperando poder comenzar a ofrecer lo mejor que pueden y tienen.

Lo mismo ocurre con cada punto central relacionado a la industria del turismo. Un año que tal vez se transforme en el peor del siglo para el trabajo de las personas, en todos los rubros. Pero siempre hay una esperanza. El tiempo sigue su marcha y quizás aún no lo sabemos, pero puede que cada segundo sea más cercano para permitirnos salir de este grave problema.